El asteroide de 160 metros de diámetro a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
Este acontecimiento ocurrirá por primera vez en la historia de la humanidad y tendrá como objetivo cambiar el movimiento del cuerpo celeste rocoso para evitar futuros impactos que aplasten ciudades enteras.
Tom Slater, astrofísico de la oficina de Protección Planetaria de la NASA y jefe de esta misión, aseguró que no pueden dejar “que una roca llegada del espacio nos hunda de nuevo a la Edad de Piedra”.