La reivindicación llegó en los ’90, luego de un período de cierta indiferencia. En 2002, Héctor “Perro” Emaides promocionó un show de Los Piojos con la imagen del 10  al momento de “La Mano de Dios”.

La historia es conocida y, hoy, muy explotada. Diego Armando Maradona, el mejor futbolista de todos los tiempos, le hace un gol con la mano a la selección inglesa en cuartos de final del Mundial del ‘86, jugado en México.

Ese hecho tiene implicancias varias. Para el libro de los mundiales, se trató de un gol ilegítimo que precedió a otro, el más hermoso de todas las competencias ecuménicas.

Para los argentinos, una forma (absurda, hay que decirlo) de hacerle pagar al imperialismo británico los ultrajes de la guerra de Malvinas.

Para los ingleses, el mejor gol de la historia es apenas “el otro gol”, porque señalan prioritariamente al primero como un monumento a la trampa, un insulto.

Y para el rock, el incidente es la prueba más contundente de la rebeldía de Diego, un cabecita negra que consiguió incomodar a las más encumbradas estructuras de poder, aunque a veces fue complaciente con ellas.

Es más, hoy, “La mano de Dios” es marca registrada para el rockero medio. De hecho, el productor Héctor Emaides pensó en capitalizar la expresión en pleno fervor mundialista (el de Corea – Japón de 2002) para promocionar un concierto de Los Piojos en el Pajas Blancas Center. Emaides pensó en un afiche que tiene a la emblemática foto de Diego anticipándose al arquero inglés Peter Shilton, sólo que la remera que viste “el Diez” es negra y con el logo piojoso.