La música del mundo produjo en los ‘70 una revolución pop en la que The Beatles se sentían los abanderados privilegiados.

Como en todo comienzo, debieron enfrentar actitudes públicas de rechazo, algunas de ellas conflictivas con sectores sociales que veían en estos extraños seres de pelo largo, barba e “ideas raras” a potenciales enemigos de las “buenas costumbres” practicadas por años.

Hacia finales de la década de 1960, el rock ya era una industria y un negocio en los países más desarrollados. Las estrellas vivían en un mundo aparte bajo la máxima de “sexo, drogas y rock’n´roll”. El modelo a seguir era The Rolling Stones, cuyos componentes convirtieron en mito su azaroso y escandaloso estilo de vida.

En el subdesarrollo argentino, la cultura musical caminó con estandartes como Litto Nebbia, quien en 1967 decidió formar el grupo Los Gatos. De su primer disco, que incluía el tema “La balsa”, se vendieron más de 200 mil copias y se convirtió en un hit en Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia, Venezuela y otros países latinoamericanos.

La Comarca Andina también tuvo lo suyo. Incluso años antes que músicos como los hermanos Cantilo y toda la vanguardia nacional incursionara por estos lares, ya sonaban conjuntos que entremezclaban algo de rock en los habituales bailables de orquestas típicas y tropicales.

Abid “Tito” Eldauk fue protagonista directo de la epopeya: “Cuando era pibe escuchaba mucha radio, a falta de otras alternativas. De noche sobre todo invadían las emisoras chilenas. Lo progresivo en esa época eran Los Iracundos y Los Gatos, pero un día sintonizando el dial escucho una melodía distinta, era un tema de los Beatles que me quedó pegado. A partir de ese momento supe que lo mío era el rock. Como mis amigos también escuchaban Minería o Portales (radios líderes chilenas), al otro día era el comentario y ya comenzábamos a comulgar el mismo idioma”, confesó.